El museo, situado en la que fue la casa del pintor en Madrid, se concentra la mayoría de su obra y de los objetos que fue reuniendo en vida. Es absolutamente impresionante tanto por el contenido como por el continente.
La sobredosis de arte nos ha abierto el apetito y nos hemos ido hacia nuestra segunda visita del día. Street XO.
Había leído mucho sobre este espacio y tenia muchas ganas de conocerlo. Al llegar una pequeña desilusión, yo quería quedarme en la barra para ver como se manejan los cocineros y disfrutar de sus habilidades, pero no hay taburetes y yo me niego a comer de pie. Así que hemos pedido aconsejados por el camarero que nos ha atendido y esto es lo que hemos pedido.
Sándwich club al vapor. Ricota, huevo frito de codorniz sichimi-togarshi

Nos ha encantado todo, ha sido una experiencia muy interesante, y las vistas de la Gran Vía que teníamos desde nuestra mesa han ayudado a que disfrutáramos doblemente de nuestra comida.
Para terminar de rematar la comida nos hemos tomado unos trozos de tarta (de dulce de leche y queso una, y la otra de zanahoria) y unos cafés en "Harina" otro de los espacios que hay en este agradable lugar, sobre todo hoy que no había demasiada gente. Volveré.

1 comentario:
Fantástica mañana. Bsts
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